En el espacio entre tú y yo.
Siempre él.
Nuestro corazón.
Haciendo de puente.
Porque ya no son dos.
Acuérdate,
se fusionaron aquella tarde de otoño.
Cuando una hoja que en el aire se mecía,
rozó nuestras caras…
Y sonreiste mientras te decía
"qué casualidad".
This website uses cookies. By continuing to use this site, you accept our use of cookies.