La voz me despertó. Sin amanece en mis ojos, desorientado y solo, conseguido su objetivo, la voz cesó. Tú aún durmiendo. No te quise despertar. Pues la luna aún presente, me indicaba con ternura, "no ha acabado mi alumbrar". Decidido a dormitar, sin haber vuelto a la cama la voz reapareció: "Aquello que firmaste. Ha llegado el momento, para lo que se te preparó" Me asusté. No puede ser. Quién me hablaba. No había nadie. ¿Qué podía hacer? Flashes que en mi mente. No paraban de acechar. Recuerdos de mi infancia, de muy niño, del antes del recordar. "En tu alma queda grabado, lo que fuiste y lo que serás. La esencia del todo. La esencia de la realidad. Lo contarás, tú tranquilo, se te avisará. Se te irá preparando. Y escrito lo dejarás." Noté un escalofrío, que aún hoy, es difícil de olvidar. Una caricia en mi cara, con amanece por la ventana, me hizo despertar. Buenos días amor mío. Es de día, ¿qué tal?

Entradas relacionadas
This website uses cookies. By continuing to use this site, you accept our use of cookies.