El tiempo es un chivato,
nada se va a callar.
Pero no confundas su misión,
él te quiere más que a nada,
nunca te va a engañar.
Se comenta cómo pasa.
¿Pasar?
El no pasa, quieto está.
Somos nosotros
en nuestras andanzas,
lo que le acompañamos,
con una sucesión de mientras,
donde observa nuestro avanza
y registra la verdad.
Hoy me contó un secreto.
"No lo debes contar."
Me lo dijo con cariño,
aún sabiendo que en el texto,
te lo iba a revelar.
"He visto tu futuro.
No lo puedo evitar.
Soy el tiempo,
y te adelanto
algo que puede pasar.
Escribirás sobre lo que soy.
Hablaras de mi condición.
Aún sin saber si lo que escribas
será una publicación.
Yo no puedo adelantarme,
a lo que pueda pasar.
Solo digo lo que veo.
Nunca falto a la verdad."
Como ves, el no sabía
en lo que iba a acabar.
Pero como tú puedes ver,
y puedes confirmar,
el texto que ha comentado,
lo acabo de publicar.
Sí que me dijo un detalle.
Ahora lo puedo escribir.
"Agradece desde el alma
que este trozo de esencia,
dos veces lo has de vivir."
Ahora me di cuenta.
Ahora con emoción.
Una mientras lo escribo,
otra en tu recepción.
Dos veces lo he vivido.
El chivato me lo dijo.
El chivato no se calla.
El chivato no engañó.

Entradas relacionadas
This website uses cookies. By continuing to use this site, you accept our use of cookies.