Se lo dije.
Ella me miró.
Como quien mira a un niño triste.
Como quien mira a alguien
que no quiere dañar.
Ella no mintió.
Sus ojos me dijeron
lo que mi alma me susurró.
Un secreto prehistórico
alojado en mi corazón.
Algo que tenía escondido
que esperaba no revelar,
que lo creía a salvo
pero no me podía engañar.
Pensaba que pasando el tiempo,..
pensaba que al no reconocerlo,..
pensaba que se te habría olvidado,...
pensaba que no sería eterno.
No.
Lloré.
A pesar de estar escrito.
A pesar de mi destino.
A pesar de conocerlo,
... antes de haber nacido.
Lloré.
A pesar de que sabía que no me habías querido.
A pesar de que sabía que nunca me lo habías prometido.
Le pregunté:
¿Me quieres?
Ella me miró.